¿Quién ve más?

Hace unos días tuve una experiencia muy bonita. Conocí a Ana y Manolo que venían de Alicante con muchas ganas de conocer Donosti ya que habían oído maravillas de la ciudad.

Manolo ciego de nacimiento sabía que no vería nada mientras que Ana todavía conserva un hilo de visión que le permitiría ver las cosas que había leído en un libro de Diego Galán, el antiguo director del festival de cine internacional de la ciudad.

(foto 1: vemos a Manolo padre, a su novia, a Manolo hijo y a Ana junto con otro grupo atendiendo a una explicación en una bodega de txakoli)

Cuanto se aprende viendo a otros que son capaces de hacer cosas que a ti ni se te pasarían por la cabeza, ¿ir a ver sitios sin poder ver? ¿A quién se le puede ocurrir eso? pues a un par de ciegos adorables por ejemplo.

3 días y medio dan para mucho, y 1 pintxo-tour, 1 babarrunada, 1 sidrería y 1 corderada después, nos hemos hecho amigos y os aseguro que hemos visto juntos Biarritz, San Juan de luz, Hondarribia, Donostia, Zarauz, Getaria, Zumaia y hasta la Basílica de Loiola.

(foto 2: vemos en lo alto de la cala de Itzurun en Zumaia a Manolo y Ana, el arcoiris sale en el horizonte.)

En mi memoria grabado se me ha quedado a ese bonachón alicantino sacando videos como si estuviera viendo todo lo que pasaba a su alrededor, recuerdos me decía él, y estoy seguro que en su mente ve esa escena de una manera preciosa.

Yo he visto el mundo estos 3 días y medio de una manera diferente a través de sus ojos y he sentido, les he sentido a ellos y he sentido que nos lo pasábamos genial juntos, quizás a veces la vista no nos deja ver lo que realmente importa, con esa reflexión me he quedado.

(foto 3: vemos a Gontxu junto con Manolo que acaba de recoger la sidra directamente del barril, detrás está Eva, Ana y Manolo padre)

Con cariño para Ana y Manolo, gracias :-)