Un riesgo controlado
El barranquismo es una actividad con la que entre en contacto por primera vez el año pasado.
Haber hecho el grado medio de guía de media montaña durante 2 años, me ha permitido entre otras cosas, cambiar mi vestuario (ahora parezco un anuncio andante de la sportiva :-), rodearme de gente que comparte mi amor por la montaña y las actividades al aire libre y conocer los Barrancos.
Tras innumerables charlas con Mr. Paternáin mas conocido como Pater en nuestros viajes de ida y vuelta a Durango en las que los barrancos salieron numerosas veces, por fin el año pasado me estrene en la leze (Alava) y formiga (Huesca).
En ambos casos guiado y asegurado por compañeros nuestros que hacían también el grado medio de barrancos.
Ayer por fin me estrene en mi primer barranco con aseguramiento exclusivamente propio, y como no podía ser de otra manera fue con Pater.
En este caso nos decantamos por Artazul, considerado como uno de los 30 barrancos más bonitos de Europa y que además esta justo al lado de casa. Pater hace como 20 años fue un barranquista experimentado, y a menudo se adentraba en el corazón de estos ríos encajonados así que él llevo el peso de la expedición, preparo sus cuerdas lo suficientemente largas para los rapeles y teniendo en cuenta que hace 20 años ya había hecho el barranco varías veces, alli que nos vimos a las 16h30.
Con 4 horas de luz nos veíamos sobrados para realizar el pequeño barranco de Artazul sin embargo, en este caso Pater puso más corazón que cabeza en la organización y empezamos mal. No se acordaba de donde estaba el comienzo, y ya sabeís lo que dicen de lo que mal empieza que mal acaba, verdad?
Tras idas y venidas decidimos preguntar a los que sabían, a los del pueblo y un par de hermanos de Aizpun nos lo explicaron, estaba justo al lado, justo donde ya habíamos estado. Y así una hora más tarde de lo previsto empezamos.
y enseguida descubrimos que no había agua, las preciosas piscinas que parecían perfectas calderas redondeadas de caliza pulida y circular estaban estancadas, sus aguas eran negras y olorosas. Estaban llenas de pecina, ese cieno negruzco que se forma al descomponerse la materia orgánica y que huele fatal.
Pudimos irnos en ese momento pero...que demonios...habíamos venido a jugar...al principio intente esquivar los charcos, me daban muchísimo asco y no quería ni meter el pie pero, de repente llego esa primera gran bañera con pareces totalmente pulidas en la que tocaba meterse tras un rappel y tocaba nadar para alcanzar la salida.
Tras el primer chapuzón los siguientes no fueron tan asquerosos, en el primer charco negruzco vi una culebrilla retorcerse por las aguas, en el segundo se me acerco una rana enorme y vi flotar un ratón muerto, en fin...ya entramos en tarea y lo único que importaba era terminar aquello así que con el chip puesto en el objetivo, ya todo lo demás era secundario y se llevaba con gusto.
Entonces llego el primer revés encontramos una caldera circular perfecta cuya salida de agua estaba mucho más alta que el nivel de sus aguas negruzcas que por efecto del calor o la filtración habían descendido medio metro. Me lleve una muy desagradable sorpresa cuando no pude salir de allí ya que no llegaba a engancharme con las manos a la boca de salida, todo estaba pulido y resbalaba. Allí mismo alguien había colocado un parabolt y un cordino al que intente sin exito subirme, se ve que el nivel del agua estaba a mínimos.
Y entonces surgió esa idea feliz que te viene en la adversidad y sabes que puede funcionar, usar el cordinillo del nudo machar para encaramarme, pero era demasiado largo y todavía quedaba demasiado abajo. Tarde 3 intentos en intentar una nueva cosa, acortar el cordino a la mitad esto me dio 10 cm más, justo los necesarios para llegar a la boca del agua y preparar el siguiente rapel.
Tras la alegría que supuso salir de allí hicimos un par más de rapeles y nos enfrentamos al siguiente reves, En uno de los rapeles más altos Pater se echo para abajo rapelando y una vez abajo se dio cuenta que al igual que la vez anterior la poza no tenía salida, bueno la tenía pero mucho más arriba que el nivel agua y en este caso era peor que el anterior ya que no había parabolt y como digo había un metro entre el agua y la salida.
Mal asunto, allí atrapados hubiesemos tenido que esperar hasta quizás el día siguiente cuando los compis de Pater preocupados por su compañero hubieran avisado a la guardia civil. Derepente vi un parabolt con mallón a mi izquierda y tuve el presentimiento de que aquello le había pasado a alguien más que había preparado una salida. Pater me pidió que fuera preparando el tinglado mientras el subía por la cuerda, gracias a Dios, llevaba un artilugio llamado pico de pato, que sin duda comprare después de haber visto su magnifica utilidad.
Y salimos de allí...y ya nos veíamos en el rapel final...por los pelos...veíamos la salida, estaba ahí justo cuando ya la luz iba a desaparecer por completo, marcaban las 20h15 en el reloj. Y ahí a 15 metros de la salida había una tercera marmita trampa, esa con la que ya no pudimos, poniendo más corazón que cabeza empece a Rapelar para descubrir enseguida que no había esta vez parabolt que me permitiera progresar hacia la salida y que si me metía en el agua nunca alcanzaría la puerta, pense, pense y pense y me movi bruscamente con la mala pata que la cuerda de 55 mtrs que llevaba en la espalda, la cual había usado en la anterior trampa, se cayo al agua negra, era una cuerda oscura y con la falta de luz no se veía. Quise bajar y cogerla pero gracias a Pater no lo hice, aquí él fue tajante y estuvo muy acertado, dijo que no la quería y que subiera arriba.
(esta foto al igual que las otras las he sacado de iternet. En esta se la marmita trampa que pudo con nosotros. Aqui se intuye que en su momento hubo una cuerda fija que permitia salir de ella)
Yo pensaba subir con mi nudo machar pero me di cuenta que mojado no funcionaba y había bajado tanto que no podía escalar para arriba por la pared pulida, me asuste, Pater me dijo tranquilamente que usara el pato pero, mis recuerdos de haber intentado usarlo previamente eran malos y tuvo que insistirme varias veces hasta que me serene y lo hice y bingo...funciono, sali de allí temblando, no se si por el frio o por el susto.
Y de repente otra genialidad del gran Pater...dijo que existía una via de escape justo allí donde nos encontrábamos, mire para arriba y cuan fue mi alegría al ver una ladera herbosa que tras unos metros de escalada se convertía en un bosque. Rápidamente recogimos cuerda, me la puse en la espalda y empece a trepar. Aquí yo me moví bien ya que llevaba zapatillas mientras que Pater tenía escarpines, subi y le eche la cuerda que ate al un árbol ya que el terreno era herboso y con piedra muy descompuesta.
Una vez Pater arriba se fue a buscar el camino de salida y yo recogí la cuerda. Ya no tenía frio pero empece a pensar que igual estábamos en medio de una pared sin salida y que ya con la noche encima sería muy complicado salir de allí, pero Pater sabía lo que hacía, sabía que aquello era una via de escape y enseguida encontró un camino que en unos 45 minutos nos saco a la carretera, justo cuando el reloj marcaba las 21h30.
Eskerrik asko Pater por esta maravillosa aventura que sin duda pienso que tuvo un riesgo controlado. Pienso que lo que nos saco de allí fue la gran experiencia en barrancos de Pater que llevaba todo lo necesario, linterna, cuerdas, pico de pato, cordino para el machar y hasta sabía de la via de escape...Sin pensarlo me volvería a meter en otro embolado con él.
Lo que para él quizás sea un pequeño desastre para mi es una gran aventura, de esas sobre las que me gusta escribir en este blog ;-)